domingo, 22 de noviembre de 2009

¡Qué astuto, don Fidel! por Sabina Berman

¡Qué astuto, don Fidel!*Colaborador Invitado **22 Nov. 09* Sabina Berman Me quito el sombrero (que no tengo) ante su razonamiento (que no es tal),señor gobernador de Veracruz. Primero manda a los priistas del Congreso desu estado a votar por "el derecho de la vida desde la concepción" y díasdespués publica un artículo en el que expresa: "Yo estoy a favor de ladespenalización del aborto". Es verdaderamente difícil entender su enredo conceptual, pero lo intento. Es que desde ahora en Veracruz se prohíbe la interrupción del embarazo,merced a una ley que es calca de las otras votadas ya en otros 16 estados,pero en Veracruz no se impondrá pena alguna a las mujeres que infrinjan laley, es decir por primera vez, porque las reincidentes sí serán penalizadas. Es decir, se prohíbe algo pero no se castiga, es decir: a quien lo hace laprimera vez. "Esto es un avance", se atreve usted a escribir. Y de verdad una se abismaen las honduras del lenguaje para tratar de adivinar a qué se refiere. Ah, ya: se refiere a que no se encarcelará a una mujer violada por intentarabortar. No se le darán ni se le permitirán emplear servicios médicos parahacerlo con seguridad y limpieza, pero, por lo menos, no se le pondrá detrásde rejas de un calabozo. Gracias, señor gobernador, a nombre de las mujeres mexicanas. "Esto es un avance", se atreve usted a escribir. Claro, es un paso adelantedel medioevo. No, señor gobernador, no nos engaña. Estamos hechas de la misma educaciónque usted. Sabemos leer y escribir y conocemos la historia de México, igualque usted. Y conocemos también la historia de los derechos de las mujeres,probablemente mejor que usted. En el asunto de la libertad de las mujeres para decidir sobre su propiocuerpo hay dos ideologías y basta. La milenaria ideología patriarcal y lajoven ideología democrática. Según la milenaria ideología patriarcal, las mujeres somos propiedad dealguien. De nuestros padres, de nuestros cónyuges, de nuestros sacerdotes,de nuestros hijos. Y lo que ocurra dentro de nuestro cuerpo es igualmentepropiedad ajena. Si una mujer se embaraza por una violación debe soportar su embarazo y dar aluz, como si su cuerpo no fuera suyo, porque su hijo tiene propiedad sobreella. Si la vida de una mujer corre peligro por un embarazo malo, debe dar aluz, aún si muere, por las mismas razones. Si una mujer se embaraza poraccidente, debe dar a luz, como si propia naturaleza fuese una fatalidad. Pero según la joven ideología democrática, apenas surgida en 1789, y apenasaplicada a las mujeres hasta el siglo XX, las mujeres somos, como losvarones, dueñas de nosotras mismas. Mientras no dañemos a otr@, somos libresde acción. Por eso el dilema del aborto ocurre hasta que otro ser humano vive ennosotras. Otro ser humano: algo vivo que ya tiene conciencia de sí. Lo queno ocurre con el feto sino pasados los tres meses desde su gestación. No, señor gobernador, su ley no es de ninguna forma un avance, y usted, quees un hombre culto, lo sabe. Es un pacto. Un pacto perverso. Un pacto entreestas dos ideologías excluyentes. Un pacto político, en la peor acepción de la palabra "político": un tráficode intereses. Usted ha comerciado con las mujeres veracruzanas como si fueran su propiedady como si usted fuera un padre benigno. "Les prohíbo disponer de susembarazos pero, hijas mías, les perdono el castigo, si no reinciden". Usted ha vendido a las mujeres veracruzanas a los padres de la IglesiaCatólica, regidos tristemente todavía por una ideología autoritaria ymisógina, como si ellos fuesen priistas. "Miren, padres compadres, loprohíbo, pero no lo castigo: un pasito pa' acá y otro pa' allá, y ustedescontentos". ¡Qué astuto, don Fidel! Entre la Iglesia y la democracia, el PRI, como unDios. Entre las mujeres y los que desean volverlas a la esclavitud, FidelHerrera. Ya está hecho el comercio, la venta, el pacto político perverso. Cobre lopactado y déjenos a nosotras llamar al pan pan y al vino vino, por lopronto. Por lo pronto, porque está visto que de nueva vuelta las mujeres en Méxicodebemos organizarnos para echar hacia atrás el pasado. Está visto que por lopronto no podemos dedicarnos a los temas que trascienden el género y abarcana la República entera, porque usted, señor gobernador, usted y otrosgobernadores de otros 16 estados, nos han echado el pasado encima. P.D. Busque en internet el desplegado contra las reformas que penalizan elaborto. A partir de hoy aparecerá en espera de las firmas de adherentes,mujeres y hombres. La autora es dramaturga y escritora.

1 comentario:

  1. En una sociedad civilizada, la persona fetal es primero.

    A la cárcel con las mujeres feticidas y con sus cómplices.

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